Un nuevo diseño de circuitos superconductores podría permitir aprovechar gran parte del espectacular potencial de los chips superconductores para la computación.
Los nuevos chips de ordenador con circuitos superconductores (circuitos con nula resistencia eléctrica) serían de 50 a 100 veces más eficientes desde el punto de vista energético que los chips actuales, un rasgo atractivo dado el creciente consumo de energía de los centros masivos de datos en los que se apoyan los sitios de internet con mayor tráfico en el mundo.
Los chips superconductores también prometen una capacidad de cálculo más grande: Los circuitos superconductores que usan lo que se conoce como uniones de Josephson han alcanzado los 770 gigahercios, ó 500 veces la velocidad del chip en el iPhone 6.
Pero los chips con uniones de Josephson son grandes y difíciles de fabricar; lo más problemático es que usan corrientes tan minúsculas que los resultados de sus cálculos son difíciles de detectar. En su mayor parte, se han visto relegados a unas cuantas aplicaciones diseñadas a medida para la detección de señales.
Adam McCaughan y Karl Berggren, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, Estados Unidos, han presentado un nuevo diseño de circuito que podría hacer mucho más baratos de construir a los dispositivos de superconducción simples. Y aunque los nuevos circuitos probablemente no alcanzarán en velocidad a los chips de hoy en día, sí podrían resolver el problema de la lectura de los resultados de los cálculos realizados con uniones de Josephson. En definitiva, se podría lograr reducir de manera espectacular el consumo de energía en la computación.
McCaughan y Berggren llaman a su dispositivo nanocryotron (nanocriotrón) (o nTron, abreviado), en honor al criotrón, un circuito superconductor experimental de computación desarrollado en los años 50 por Dudley Allen Buck, un pionero de la computación prematuramente fallecido a los 32 años de edad y que fue profesor en el MIT. En su día, el criotrón fue brevemente objeto de gran interés, y de financiación gubernamental, como la posible base para una nueva generación de ordenadores, pero se vio eclipsado por el circuito integrado.